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El realismo social es un movimiento artístico que busca representar la realidad de las clases sociales menos favorecidas, denunciando la injusticia y la desigualdad existente en la sociedad. Uno de los pintores que destacó en este estilo fue Joaquín Sorolla, conocido por sus impresionantes retratos de la vida cotidiana y las duras condiciones de los trabajadores.

Sorolla nació en Valencia en 1863 y vivió en una época marcada por grandes desigualdades sociales. A lo largo de su carrera, se dedicó a plasmar en sus obras los contrastes entre la opulencia de las clases altas y la pobreza de los más desfavorecidos. Sus pinturas reflejan la dureza de la vida de los campesinos, pescadores y obreros, destacando la explotación laboral y las condiciones precarias en las que vivían.

Uno de los cuadros más representativos de esta temática es “Trabajo” (1903), en el que Sorolla retrata a un grupo de jornaleros desgastados por el duro trabajo en el campo. La expresión de cansancio y resignación en sus rostros muestra la injusticia de un sistema que no les permite salir de la pobreza.

Otro ejemplo de la preocupación de Sorolla por las desigualdades sociales es el cuadro “Niños en la playa” (1908), en el que retrata a un grupo de niños de diferentes clases sociales jugando juntos en la arena. A través de esta obra, el pintor quiere transmitir un mensaje de esperanza y convivencia, mostrando que la infancia es un momento de inocencia y diversión que debería estar al margen de las diferencias sociales.

En sus pinturas, Sorolla también retrata la vida de los pescadores en las playas de Valencia, mostrando su dura labor y la lucha diaria por sobrevivir. En “Pescadoras valencianas” (1895), el artista plasma la dureza del trabajo en el mar y la precariedad en la que vivían estas mujeres, que se veían obligadas a salir a pescar para alimentar a sus familias.

En conclusión, el realismo social de Sorolla es un retrato conmovedor de la miseria y la desigualdad que existía en la sociedad de su tiempo. A través de sus pinturas, el artista denunciaba las injusticias y ponía de manifiesto la necesidad de un cambio social que permitiera una vida digna para todos los ciudadanos. Su legado sigue vigente hoy en día, recordándonos que la lucha contra la desigualdad es una tarea constante que nos concierne a todos.