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Basilosaurus, el cetáceo más grande de su época, es considerado la primera ballena del mundo. Aunque su aspecto y forma física distan mucho de las ballenas modernas, este mamífero marino fue una pieza clave en la evolución de estos majestuosos animales.

Este cetáceo vivió hace aproximadamente 40 millones de años, durante el periodo Eoceno, en lo que hoy en día es Norteamérica y África. A pesar de su nombre, Basilosaurus no es realmente un “saurio”, ya que no pertenecía a la familia de los reptiles, sino que era un mamífero marino. Su nombre se debe a que en un principio se pensaba que era un reptil marino, pero posteriormente se descubrió que era un ancestro de las ballenas.

Basilosaurus medía entre 15 y 20 metros de longitud, lo que lo convierte en uno de los cetáceos más grandes de la historia. Tenía un cuerpo alargado y serpenteante, con una cabeza pequeña en comparación con su tamaño total. Sus extremidades delanteras eran pequeñas y estaban adaptadas para la natación, mientras que sus extremidades traseras eran pequeñas y no tenían función alguna. Su característica más prominente era su vertebral dorsal, que parecía una cresta en su espalda.

A pesar de su tamaño imponente, Basilosaurus no era un depredador marino, ya que su dieta estaba compuesta principalmente por peces y otros animales marinos pequeños. Se cree que utilizaba su gran tamaño y agilidad para atrapar a sus presas y alimentarse sin problemas.

A medida que evolucionaron las ballenas, Basilosaurus fue perdiendo terreno y desapareció de los mares hace aproximadamente 35 millones de años. Sin embargo, su legado perdura en las ballenas modernas, ya que comparten algunas similitudes en su estructura ósea y en su forma física.

En conclusión, Basilosaurus fue un cetáceo gigante que marcó el inicio de la evolución de las ballenas. A pesar de haber desaparecido hace millones de años, su legado perdura en las ballenas modernas y nos enseña la fascinante historia de estos majestuosos animales marinos.