Especial Playboy. La historia no contada de Hugh Hefner | por Samantha | ILUMINACIÓN | Sep, 2023
Imagínese, si quiere, un mundo en el que las páginas de las revistas populares estuvieran llenas de inocentes anuncios de electrodomésticos de cocina, historias que no causaran revuelo y fotografías que fueran, a falta de una palabra mejor, sanas. Así eran los años cincuenta.
La industria de las revistas era tan ordenada y predecible como la raya en el pelo de Hef. El contenido era sencillo y se dirigía a un público de posguerra, que abogaba por la estabilidad y la normalidad.
Durante este periodo, Hugh Hefner, o Hef como le llamaban cariñosamente, trabajaba como redactor para Esquire. Aunque respetaba el panorama de revistas existente, no podía quitarse de la cabeza la idea de que el hombre moderno quería, o más bien necesitaba, algo más, algo excitante y exótico.
El dinero es, la mayoría de las veces, el mayor obstáculo del soñador. A pesar de ello, Hef no se dejó intimidar. Pidió un préstamo, utilizando sus muebles de todas las cosas como garantía.
Pero no se detuvo ahí. Pidió ayuda a sus aliados más cercanos: su familia y sus amigos. Expuso su visión y ellos contribuyeron, recaudando un total de 8.000 dólares. Hoy en día, con eso se podría comprar un coche de segunda mano decente, pero ¿en aquella época? Era el capital inicial de lo que se convertiría en una revolución cultural.
Cuando Hef decidió incluir nada menos que a Marilyn Monroe en la portada inaugural de Playboy, estaba haciendo una declaración audaz. Monroe, con su sensual encanto, era la encarnación perfecta del encanto tabú que Hefner pretendía captar.
Sin embargo, a pesar de la atracción magnética de Monroe, Hef tenía dudas sobre el futuro de Playboy. Estas dudas se abrieron paso en la mente de Hef hasta tal punto que el primer número carecía de fecha de publicación. El pensamiento que había detrás de esto era que si la aventura fracasaba, al menos no habría un flagrante sello de fecha marcando su fracaso.
Pero el destino quiso que la revista volara de las estanterías, vendiendo más de 50.000 ejemplares. Las masas habían hablado. Estaban preparadas para lo que Playboy tenía que ofrecer. Y así como así, Playboy saltó a…