Nadis y redes neuronales. En la búsqueda por comprender la… | por Chaitanya Chinta | Sep, 2023

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En la búsqueda por comprender el intrincado funcionamiento de la vida y la conciencia, la humanidad ha recorrido dos caminos distintos pero complementarios: la antigua sabiduría espiritual que profundiza en los aspectos etéreos de la existencia, y la ciencia moderna que busca verdades empíricas a través de la observación y la lógica. A primera vista, estos dos paradigmas podrían parecer mutuamente excluyentes, pertenecientes a épocas y culturas diferentes. Sin embargo, si los examinamos más de cerca, descubrimos asombrosos puntos de convergencia que nos invitan a replantearnos los límites del conocimiento. He explorado estos puntos de convergencia en algunos de mis posts anteriores.

El post de hoy es otra intersección intrigante: radica en el concepto de “Nadi” de la antigua filosofía india y las redes neuronales que son una piedra angular tanto en la neurociencia como en la inteligencia artificial. Este post pretende explorar esta rica confluencia, desenterrando cómo estos conceptos aparentemente dispares pueden iluminar nuestra comprensión de la vida, la salud y la inteligencia de formas profundamente enriquecedoras.

El concepto de “Nadi” hunde sus raíces en las antiguas tradiciones y filosofías de la India, en particular en los ámbitos del yoga, el ayurveda y el tantra. Es un término que existe desde hace miles de años, con menciones en textos seminales como los Upanishads, los Yoga Sutras de Patanjali y diversos tratados ayurvédicos.

Aunque es difícil precisar con exactitud cuándo se introdujo el concepto, a menudo se remonta al periodo védico, que data del año 1500 a.C. A lo largo de los siglos, diversos eruditos y sabios ampliaron el concepto, encapsulándolo en diferentes escuelas de pensamiento, pero manteniendo siempre su importancia central.

En sánscrito, el término “Nadi” significa “flujo” o “canal” y, en el contexto de la fisiología y la espiritualidad humanas, se refiere a los canales por los que fluye la fuerza vital o Prana. Los nadis no deben entenderse como estructuras físicas, como venas o nervios, sino que son entidades más sutiles, de naturaleza casi metafísica, que existen en un nivel energético.

Tradicionalmente, se dice que hay 72.000 Nadis en el cuerpo humano, pero entre ellos, tres se consideran los más importantes:

Ida: Representa las energías mentales y emocionales y a menudo se asocia con la luna. Se dice que recorre el lado izquierdo de la columna vertebral.

Pingala: Representa las energías físicas y vitales y a menudo se asocia con el sol. Se dice que recorre el lado derecho de la columna vertebral.

Sushumna: Considerado el Nadi más importante, discurre a lo largo de la columna vertebral y es el canal por el que asciende la Kundalini, una forma de energía primigenia.

En neurociencia, el término “red neuronal” se refiere a un sistema complejo de neuronas interconectadas por sinapsis. Estas redes sirven como bloques de construcción del sistema nervioso, que incluye el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Cada neurona puede conectarse a miles de otras neuronas, formando una intrincada red que permite la transmisión de señales a alta velocidad y el procesamiento de datos complejos.

Puntos clave

Señales electroquímicas: A diferencia de los sutiles canales de energía de Nadis, las neuronas se comunican a través de señales electroquímicas. Cuando una neurona recibe una cantidad específica de entrada de sus neuronas vecinas, se “dispara”, enviando una señal eléctrica por su axón.

Plasticidad: Una de las características notables de las redes neuronales del cerebro es su plasticidad. Esto significa que las conexiones entre neuronas pueden cambiar en función de la experiencia y el aprendizaje.

Especialización funcional: Diferentes redes del cerebro tienen funciones especializadas, como el control motor, el procesamiento visual e incluso funciones más abstractas como la memoria y la emoción.

Patologías: Del mismo modo que los bloqueos en los Nadis pueden provocar problemas de salud, el mal funcionamiento de las redes neuronales está relacionado con una serie de afecciones como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y diversas formas de enfermedad mental.

En el ámbito de la IA, el término “red neuronal” se inspira en las redes neuronales biológicas pero se refiere a algoritmos destinados a reconocer patrones. Estas redes neuronales artificiales (RNA) forman parte de los algoritmos de aprendizaje automático que interpretan los datos sensoriales mediante una especie de percepción, etiquetado o agrupamiento automático.

Puntos clave

Procesamiento de datos: Al igual que las redes neuronales biológicas procesan datos sensoriales y cognitivos, las RNA están diseñadas para procesar conjuntos de datos complejos. “Aprenden” de los datos, lo que las hace adaptables a tareas como el reconocimiento del habla, la clasificación de imágenes e incluso la toma de decisiones.

Capas y nodos: De forma similar a la jerarquía de las Nadis, donde algunas se consideran primarias y otras secundarias o terciarias, las RNA se componen de capas. Cada capa consta de nodos, o neuronas artificiales, que están interconectados.

Aprendizaje y adaptabilidad: Las RNA están diseñadas para ajustar sus parámetros internos en función de la retroalimentación que reciben, de forma similar al concepto de plasticidad de las redes neuronales biológicas. Esto es similar a cómo las prácticas pretenden equilibrar el flujo de Prana a través de los Nadis.

Aplicaciones en el bienestar: Las RNA se utilizan actualmente en diagnósticos médicos, aplicaciones de salud mental e incluso en recomendaciones personalizadas de bienestar, lo que demuestra su impacto potencial en el bienestar humano.

Cuando exploramos la antigua filosofía de Nadis y la ciencia moderna de las redes neuronales, los puntos de convergencia no son meras coincidencias, sino hitos conceptualmente similares que encarnan lo mejor de ambos mundos.

Transmisión de información

Naturaleza del flujo: Tanto en los Nadis como en las redes neuronales, existe un flujo direccional de información o energía. En los Nadis, el Prana (fuerza vital) fluye a través de estos canales, vitalizando los cuerpos físico y sutil. En las redes neuronales, las señales electroquímicas pasan a través de las neuronas, transfiriendo información.

Tipo de información: Mientras que los Nadis transportan lo que podría denominarse “energía espiritual” o “vital”, las redes neuronales transmiten “información” en un sentido más tradicional. Sin embargo, ambos tipos de información son cruciales para el funcionamiento de sus respectivos sistemas, ya sea un cuerpo humano o un algoritmo informático.

Centralidad de la columna vertebral

Significado anatómico: Ambos sistemas hacen hincapié en la columna vertebral como vía clave. Para los Nadis, los tres canales primarios (Ida, Pingala y Sushumna) están alineados con la columna vertebral. En la ciencia neural, la médula espinal es una parte esencial del sistema nervioso central.

Importancia funcional: En ambos casos, la zona de la columna vertebral sirve de intersección crucial para la distribución de la energía o la información. Para los nadis, la columna vertebral es donde se alinean los chakras, o centros de energía. En términos de redes neuronales, la médula espinal sirve como centro de relevo para enviar y recibir señales hacia y desde el cerebro.

Impacto en el bienestar

Consecuencias para la salud: Los bloqueos o desequilibrios en cualquiera de los dos sistemas pueden comprometer el bienestar. En los Nadis, se cree que tales perturbaciones conducen a problemas de salud física y mental. Del mismo modo, se sabe que la disfunción de las redes neuronales contribuye a enfermedades como el Alzheimer, la esquizofrenia y otras afecciones neurológicas y psicológicas.

Prácticas restaurativas: Ambas tradiciones ofrecen formas de restablecer el equilibrio: los nadis mediante prácticas espirituales como la meditación y el pranayama, y las redes neuronales a través de diversos tratamientos, incluidas las intervenciones farmacológicas y la terapia cognitivo-conductual.

Adaptabilidad y aprendizaje

Cambio y equilibrio: En las prácticas yóguicas, uno se propone purificar y equilibrar los Nadis para mejorar el flujo de Prana, aumentando el bienestar. También las redes neuronales son adaptables. En las redes biológicas, la plasticidad permite el aprendizaje y la memoria, mientras que en las redes artificiales, los algoritmos pueden ajustarse para obtener un mejor rendimiento.

Capacidad de complejidad: Ambos sistemas son capaces de manejar información compleja. Se cree que los nadis, aunque no se ha verificado científicamente, manejan una compleja gama de información espiritual, emocional y física. Las redes neuronales, tanto biológicas como artificiales, manejan tareas complejas que van desde el reconocimiento visual hasta la resolución avanzada de problemas.

Enfoque holístico

Interconexión: Ambos marcos consideran los elementos individuales como parte de un sistema mayor interconectado. En los Nadis, este sistema mayor comprende los cuerpos físico y sutil, mientras que en las redes neuronales, podría ser todo el cuerpo humano o un sistema informático.

No reduccionismo: Ninguno de los dos sistemas puede comprenderse plenamente aislando sus componentes individuales; se requiere un enfoque más holístico. Para los nadis, comprender el prana y su flujo requiere una comprensión más amplia de la salud espiritual y física. En las redes neuronales, la comprensión de una sola neurona o capa es insuficiente sin tener en cuenta toda la red y su función específica.

Al examinar de cerca estos puntos de convergencia, vemos que tanto el concepto antiguo de Nadis como el concepto moderno de redes neuronales ofrecen perspectivas únicas pero sorprendentemente complementarias sobre la naturaleza de la vida, la salud y la inteligencia. Aunque operan dentro de paradigmas diferentes -uno espiritual y el otro científico- ambos contribuyen a nuestra comprensión de los sistemas complejos y del flujo de los elementos vitales, ya sea la fuerza vital o la información. Aunque puede que la ciencia moderna aún no comprenda o valide plenamente el marco energético de los nadis, los beneficios empíricos de las prácticas dirigidas a equilibrar estos canales, como el yoga y el pranayama, son ampliamente reconocidos. Este tipo de comprensión comparativa abre nuevas vías para una visión integrada del bienestar, destacando cómo la sabiduría antigua y los nuevos conocimientos pueden informarse y enriquecerse mutuamente de forma profunda.

Éstas son mis reflexiones de hoy.

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