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La Operación Iskra, también conocida como la Ofensiva de Leningrado, fue una importante batalla durante la Segunda Guerra Mundial que marcó el comienzo del fin del asedio a la ciudad de Leningrado por parte de las fuerzas alemanas. Esta operación militar fue llevada a cabo por el Ejército Rojo entre el 12 y el 30 de enero de 1943, con el objetivo de romper el bloqueo en el que la ciudad había estado sumida durante más de 500 días.

El sitio de Leningrado había empezado en septiembre de 1941, cuando las fuerzas alemanas rodearon la ciudad y cortaron todas las comunicaciones terrestres con el exterior. Durante los siguientes meses, los habitantes de Leningrado sufrieron el hambre, el frío y los bombardeos constantes, en los que perdieron la vida cientos de miles de personas.

La Operación Iskra fue cuidadosamente planeada para romper el cerco a la ciudad y restablecer la comunicación con el resto de la Unión Soviética. Las fuerzas soviéticas llevaron a cabo una serie de ataques coordinados en diversos puntos clave del frente, logrando abrir un corredor seguro a través del cual pudieron suministrar alimentos, medicinas y municiones a la población de Leningrado.

Uno de los momentos más emotivos de la operación fue cuando un grupo de soldados soviéticos logró abrir una brecha en las líneas enemigas y llegar hasta la ciudad para entregar pan a los habitantes famélicos. Este gesto de solidaridad y valentía se convirtió en un símbolo de la resistencia y la determinación del pueblo de Leningrado.

Gracias a la Operación Iskra, la ciudad de Leningrado logró resistir el asedio y continuar su lucha contra las fuerzas alemanas. A partir de ese momento, el avance del Ejército Rojo fue imparable, y en enero de 1944 lograron liberar completamente la ciudad de Leningrado, poniendo fin a uno de los capítulos más oscuros de la Segunda Guerra Mundial.

La Operación Iskra no solo fue una victoria militar para la Unión Soviética, sino también un ejemplo de la resistencia y la solidaridad de un pueblo frente a la adversidad. Hoy en día, se recuerda con orgullo como el camino hacia la liberación de Leningrado y como una muestra de la fuerza y la determinación de aquellos que lucharon por la libertad y la justicia.