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La historia de la China antigua está llena de emperadores poderosos y legendarios, pero pocos recuerdan a la primera y única emperatriz que gobernó el país. Su nombre era Wu Zetian, una figura fascinante que desafió todas las expectativas y se convirtió en una de las gobernantes más influyentes de la historia china.

Wu Zetian nació en el año 624 y fue una mujer ambiciosa y astuta desde joven. Se casó con el emperador Taizong y logró ganarse su confianza, convirtiéndose en su concubina favorita. Cuando Taizong murió, su hijo Gaozong subió al trono y Wu Zetian continuó ejerciendo su influencia en la corte. Sin embargo, su verdadero poder llegó después de la muerte de Gaozong, cuando se convirtió en la emperatriz regente en nombre de su hijo, el emperador Ruizong.

Pero Wu Zetian no estaba satisfecha con ser simplemente una regente. En el año 690, derrocó a su hijo y se autoproclamó emperatriz, convirtiéndose así en la primera y única mujer en gobernar China con el título de emperatriz. Durante su reinado, llevó a cabo una serie de reformas administrativas y militares que fortalecieron el imperio chino y consolidaron su poder.

Sin embargo, su reinado también estuvo marcado por la crueldad y la tiranía. Se dice que eliminó a todos aquellos que se oponían a ella, incluyendo a miembros de su familia y cortesanos desleales. A pesar de esto, algunos historiadores consideran que Wu Zetian fue una gobernante competente y visionaria que logró mantener la estabilidad del imperio chino en un momento de gran tumulto.

Finalmente, en el año 705, Wu Zetian abdicó en favor de su hijo Zhongzong y se retiró al Palacio de la Belleza Serena, donde vivió el resto de sus días hasta su muerte en el año 705. A pesar de su controversial reinado, Wu Zetian dejó una marca imborrable en la historia china como la primera y única emperatriz que gobernó el país con puño de hierro y determinación.