La fundación de Roma, la ciudad eterna
Según la mitología romana, la ciudad eterna de Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo en el año 753 a.C. La leyenda cuenta que los hermanos fueron abandonados en las orillas del río Tíber por orden de su tío, Amulio, rey de Alba Longa, quien temía que ellos reclamaran el trono que le había arrebatado a su hermano Numitor.
Los gemelos fueron rescatados y criados por una loba, la loba Capitolina, que los amamantó y protegió hasta que fueron descubiertos por un pastor llamado Faustulo. Este crió a los hermanos y les enseñó el arte de la guerra y la forma de vida de los pastores.
Rómulo y Remo, al enterarse de su verdadera identidad, decidieron vengar la usurpación del trono de su abuelo Numitor y derrocar a Amulio. Juntos, reunieron a un grupo de hombres y fundaron una ciudad en la colina Palatina, cerca de donde habían sido encontrados siendo bebés.
Sin embargo, los gemelos no pudieron ponerse de acuerdo sobre el nombre de la ciudad. Rómulo quería llamarla Roma en su honor, mientras que Remo prefería Reme, en el suyo. Para resolver la disputa, acordaron presenciar el vuelo de aves que les señalaría al sucesor divino.
En el monte Aventino, Remo vio seis buitres volando y proclamó que esa sería la señal de que la ciudad sería suya. Pero poco después, Rómulo vio doce buitres y proclamó que sería el fundador de la nueva ciudad.
Al enterarse de esto, Remo despreció a su hermano y cruzó el límite de la ciudad que Rómulo había trazado con un arado. En respuesta, Rómulo mató a su hermano, afirmando así su legítima autoridad como fundador de Roma.
Desde entonces, Roma se convirtió en una de las ciudades más importantes del mundo antiguo. Su ubicación estratégica a orillas del río Tíber le permitió convertirse en una potencia comercial y militar en la región.
Hoy en día, Roma sigue siendo considerada la Ciudad Eterna, cargada de historia y legado cultural. Sus monumentos, como el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino, atraen a millones de turistas cada año que vienen a maravillarse ante la grandeza de esta ciudad milenaria. La fundación de Roma por los gemelos Rómulo y Remo es parte de una historia mítica que ha perdurado a lo largo de los siglos, aportando a la ciudad un aura de misticismo y grandeza que la convierten en una de las ciudades más emblemáticas del mundo.
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