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Simo Häyhä, también conocido como “La Muerte Blanca” o “El francotirador de la cara desfigurada”, fue uno de los más letales francotiradores de la historia militar. Nacido en Finlandia en 1905, Häyhä se convirtió en un héroe nacional durante la Guerra de Invierno de 1939-1940, librada entre Finlandia y la Unión Soviética.

Durante el conflicto, Häyhä sirvió en el ejército finlandés y demostró ser un tirador excepcional. Se le atribuye haber matado a más de 500 soldados soviéticos en poco más de 100 días de combate, lo que lo convirtió en el francotirador más efectivo de la historia. Su sobrenombre, “La Muerte Blanca”, se debe a su habilidad para camuflarse en la nieve y atacar a sus enemigos sin ser detectado.

Sin embargo, la fama de Häyhä también vino con un alto precio. Durante una de las batallas, fue alcanzado en la cara por una bala de francotirador soviético, dejándolo con graves heridas faciales. A pesar de esto, Häyhä continuó luchando hasta el final de la guerra, demostrando su valentía y determinación.

Tras la guerra, Häyhä regresó a su vida civil y vivió en relativo anonimato hasta su muerte en 2002. A pesar de su modestia y humildad, su legado como uno de los más grandes francotiradores de todos los tiempos perdura hasta el día de hoy.

Simo Häyhä ha sido recordado como un héroe nacional en Finlandia y su historia ha inspirado a muchas generaciones de soldados y tiradores. Su increíble precisión, determinación y sacrificio en el campo de batalla lo convierten en un ejemplo de valor y dedicación para todos aquellos que sirven en las fuerzas armadas. Sin duda, Simo Häyhä será recordado como un verdadero ícono de la guerra y un símbolo de la lucha por la libertad y la independencia.